Se han rastreado sistemáticamente las bases de datos astronómicas, sin éxito.
La búsqueda dirigida de Socas-Navarro e Ignacio Trujillo se apoya en la llamada hipótesis del mensajero, según la cual el meteoro interestelar CNEOS14 pudo haber sido desviado hacia la Tierra por el hipotético planeta.
Aunque las búsquedas han resultado infructuosas, no invalidan la existencia del Planeta Nueve. Estadísticamente, lo más probable es que se encuentre cerca de su afelio, muy lejos, y su brillo, que disminuye con la cuarta potencia de la distancia, sería extraordinariamente tenue.
Para afinar su órbita necesitamos descubrir más ETNO, algo que permitirá el observatorio Vera C. Rubin gracias a su capacidad de cartografiado profundo.