Las Astrocápsulas son 'pequeñas historias', o anécdotas con carácter lúdico, relacionadas con la astronomía o la astronáutica, de lectura fácil (incluso a través del móvil), con periodicidad quincenal que son enviadas a través de un boletín de noticias.
Esperamos que esta iniciativa sea de vuestro interés y os animamos a formalizar la suscripción y, también, a compartirla y darle difusión.
3 de noviembre de 2024 en la Tierra - Vigésimo año galáctico - #26
El imperio contraataca
Cuando el cielo oculta amenazas
26 de septiembre de 2022. Son las 23:14 UTC. A unos 11 millones de kilómetros de la Tierra, en la dirección de la constelación del Pez, una sonda espacial avanza a velocidad vertiginosa hacia un asteroide.
El cuerpo rocoso, que hace apenas unos segundos no era más que un diminuto punto blanco en la cámara de navegación óptica, comienza a dominar la pantalla, y en cuestión de instantes, la llena completamente.
La penúltima imagen revela detalles del asteroide. Y la última… nada.
Izquierda: Dimorfos, luna del asteroide Dídimo, 11 segundos antes del impacto.
Derecha: última imagen de Dimorfos tomada “durante” el impacto. Crédito para ambas fotografías: NASA/Johns Hopkins APL - https://www.nasa.gov/solar-system/darts-final-images-prior-to-impact/
.
No se trata de un error técnico, sino del primer intento de la humanidad de desviar la trayectoria de un asteroide mediante un impactador cinético, una iniciativa de defensa planetaria con el objetivo de evitar una eventual colisión de un asteroide contra la Tierra.
La misión DART (Double Asteroid Redirection Test), de la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA, en colaboración con las agencias espaciales europea, italiana y japonesa, marcó un hito histórico: por primera vez, la humanidad logró alterar intencionalmente la trayectoria de un cuerpo celeste.
Infografía ilustrando la misión DART. Dominio Público. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:20211123_213015_dart_prelaunch_02.jpg
El asteroide impactado se llama Dimorfos, y orbita a su vez alrededor de otro asteroide más grande, Dídimo. El impacto, registrado por el minisatélite LICIACube liberado por DART con antelación, alteró la órbita de Dimorfos más de lo previsto y provocó una eyección de material considerablemente mayor a lo que anticipaban los modelos.
Pero hace falta más información para poder sacar conclusiones que garanticen el éxito de una futura misión.
Con este objetivo, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha lanzado recientemente la misión Hera.
Modelo a escala del sistema de asteroides binario de la misión Hera usado para certificar su sistema óptico autónomo de guiado, navegación y control. Fuente: GMV.
Hera investigará el sistema binario en detalle, recopilando datos precisos sobre el cráter generado por el impacto, el material eyectado, la composición y estructura del asteroide, así como sus parámetros orbitales. Para ello, la sonda está equipada con un radar, un espectrómetro y varias cámaras avanzadas. Además, dos cubesats, Milani y Juventas, acompañan a Hera en esta misión.
La expedición ya está en el espacio tras ser lanzada el 7 de octubre de 2024 desde Cabo Cañaveral, y el encuentro con el sistema de asteroides está programado para diciembre de 2026.
Hera será crucial para afinar nuestras estrategias de defensa planetaria, marcando un nuevo hito en la protección de la Tierra frente a amenazas provenientes del espacio.
Recreación artística del acercamiento de la sonda Hera al sistema binario Dídimo. Crédito: ESA – Science Office - https://www.esa.int/About_Us/Business_with_ESA/Small_and_Medium_Sized_Enterprises/Small_but_mighty_companies_working_on_ESA_s_planetary_defence_mission
Para saber más
Cápsula realizada por
Nicolás Cahen
Juan Carlos Gil Montoro
Las astrocápsulas son una iniciativa de la FAAE