Las Astrocápsulas son 'pequeñas historias', o anécdotas con carácter lúdico, relacionadas con la astronomía o la astronáutica, de lectura fácil (incluso a través del móvil), con periodicidad quincenal que son enviadas a través de un boletín de noticias.
Esperamos que esta iniciativa sea de vuestro interés y os animamos a formalizar la suscripción y, también, a compartirla y darle difusión.
23 de marzo de 2025 en la Tierra - Vigésimo año galáctico - #35
Barrer pa' casa
Además de registrar el cielo, se convirtió en una barredora incansable con su “siete pies”.
Era difícil imaginar que su voz fuera escuchada ya no como soprano, sino por el meticuloso trabajo de sus ojos y manos: registrar, esmerilar, pulir y volver a pulir, contrastar, barrer y volver a barrer. Su descubrimiento fue verificado, sus logros celebrados y reconocidos. Pero Lina - como la llamaba cariñosamente su hermano Wilhelm –, ante todo tenía devoción absoluta y fe inquebrantable en su hermano y su causa, por ello se entregó sin reservas como ayudante de astronomía, labrándose, en silencio, su propio lugar en la historia.
Wilhelm y Caroline Herschel.
Fuente: Wellcome Collection. Crédito: Dominio público.
Nacida en una familia de músicos, Caroline Herschel se muda a Bath, en el sur de Gran Bretaña, en 1772 por petición de su hermano Friedrich Wilhelm. Su papel inicial era doble: ser su ama de llaves y acompañarlo como soprano en los conciertos que su hermano dirigía como organista en la ciudad. Pero Wilhelm dedicaba cada momento libre, tanto de día como de noche, a la observación del cielo. La falta de medios despertó su ingenio y fabricó telescopios hasta llegar al famoso reflector de cuarenta pies.
El 13 de marzo de 1781, con el descubrimiento del Georgium Sidus (hoy Urano), la historia de los Herschel, y de la astronomía, cambiaría para siempre.
"Great Forty-Foot" Telescopio de 40 pies fabricado por los Herschel en 1789.
Fuente: Wikipedia. Crédito: Dominio público.
El Rey Jorge III nombró a Wilhelm (conocido como William en Reino Unido) como astrónomo de la corte de Windsor. Carolina, que ya ayudaba a su hermano en la fabricación de telescopios, aprendió matemáticas y cálculo para poner por escrito los resultados de sus investigaciones. Así, se convirtió en su ayudante de astrónomo, llegando a ser la primera mujer en recibir un sueldo en el mundo de la astronomía.
En 1782, Caroline empezó a hacer sus propios barridos del cielo. Noche tras noche, descubrió una pasión que la llevó, el primero de agosto de 1786, a descubrir el cometa C/1786 P1 (Herschel), el primero registrado por una mujer.
Ahora exploraba el universo por sí misma.
Reproducción de bocetos del descubrimiento del cometa por Caroline.
Ilustración realizada por la autora.
El mayor logro de Caroline, además de ser la primera mujer en tener un artículo leído en la Royal Society y una de las primeras en ser aceptadas en ella, no fue descubrir ocho cometas y catorce nebulosas. Tampoco consistió en añadir 560 estrellas al catálogo de Flamsteed y recibir, a sus 96 años, la Medalla de Oro de la Ciencia de Inglaterra. No fue en el cielo, sino en la vida.
Fue la voluntad, el afecto devoto, la creencia y la entrega al trabajo de su hermano Wilhelm. Su grandeza trasciende sus logros astronómicos en una época difícil para una mujer.
Caroline Herschel tomando notas mientras su hermano observa el cielo.
Fuente: Wikimedia Crédito: Dominio público. Paul Fouché - Brooklyn Museum
Para saber más
Libros:
Enlaces
Cápsula realizada por
Cristina Recio
Grupo de Observadores Astronómicos de Ávila
Las astrocápsulas son una iniciativa de la FAAE